lunes, 20 de diciembre de 2010

No soy el mismo

Te quería a través del odio que profesaba a tus amigas. La vida siguió igual después de decidir que no nos íbamos a casar. Te sigues juntando con la gorda, sigo pensando que es lesbiana, yo sé que de estar juntos se hubiera aprovechado, te hubiera dado el mismo trabajo en el que te encuentras pero mejor remunerado... gracias a mi. A mi lenta existencia.

Ayer soñé. Ayer estuve en la playa, la que alguna vez pensé nuestra. Había marea alta, me tropezaba con unas piedras. En ese instante cobré consciencia, deseabas que te entregará mi ser, pero descubrí que primero tenía que darte mi vida. Esa fórmula no es correcta. No funciona para mi y para ti tampoco, me atrevo a decir.

Te quiero porque estoy loco, porque a falta de alcohol bebo palabras y esto que lees es mera borrachera. Te quiero por el mero placer de pronunciar una r después de la i y antes de una o.

Para qué me pedías el ser si para una nueva vida se requería de una vida, mi vida.

Mañana tendré resaca. Mañana te habré olvidado.