sábado, 6 de octubre de 2012

Sin título

Desde el día que te conocí
hasta el último pensamiento que tuve de ti
estuve convencida de que no era más
que un simple Pinkerton.

Sin aires extranjeros
pero con un porte inventado,
sin una verdadera posición de poder
pero viviendo de los negocios de tu padre.

Con tu mac, tu iphone, tu ipad,
itodo comportándote como si fueras lo que posees.
Convencido de tu destino
imaginando que no sabía nada.

La verdad esperaba la verdad
pero para algunos inescrupulosos todo es sinónimo de mentira.
Mentira, mentira, eso es tu vida, mentiras.
Me sorprende que no hayas esperado
un poco más para seguir los pasos de tu padre.
Engañar como parte vital de tu vida.
Engañar, élan vital.
Qué filosofía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario